Lo hagamos bien o lo hagamos mal, todas tenemos la misma inexplicable pasión, ese deporte por el que nos matamos para mejorar, por el que realizamos sacrificios, perdemos salidas y compromisos por ir a entrenar. Tal vez digan que es un juego nada más, pero el voley es mucho más que eso, son las ganas de mejorar, de llegar bien entrenada al partido para dar todo de uno mismo y ganar. Gracias al voley te haces un grupo de amigas increíble, por el voley no dormís una noche entera porque al otro día tenés una fecha decisiva y hasta hay veces que no dormís por llegar tarde a tu casa y jugar temprano. Gracias al voley conoces un monton de gente de otros clubes en los abiertos y terminás alentándolos cada vez que juegan.
El voley es algo increíble, no importa cuanto te canses entrenando ni cuanto dolor te cause, no es nada en comparación a la sensación de ganar el partido siguiente.

AC